Ficha

Nombre científico: Silybum marianum

Algunas interpretaciones relacionan el género Silybum con el vocablo latín silva, que significa «bosque», de donde vienen también palabras como «selva» o «silvestre». Por su parte, se dice que marianum puede hacer referencia a una leyenda que narra la huída de la Virgen María de Egipto. Escondida en un bosque de cardos, mientras amamantaba a Jesusito, unas gotas de leche cayeron sobre la planta y tiñeron sus hojas con las venas blancas que tanto caracterizan a los cardos marianos.

Familia: Asteraceae (Compuestas)

Nombre común: Cardo mariano (español); Milk thistle (inglés).

Pillen que el nombre en inglés también puede estar relacionado con esa leyenda.

Origen, distribución y hábitat: Es originario de la región mediterránea de Europa, Asia Menor y el norte de África. Con el tiempo, se ha cultivado y naturalizado en diversas partes del mundo, incluyendo América del Norte y del Sur.

Naturaleza: Yin (neutra)

Sabor funcional: Ligeramente amargo y con algunas notas medio dulzonas.

Afinidad: Sistema digestivo, hígado, sangre, sistema inmune.

Acción herbal: Depurativo, hepatoprotector, trofo-restaurativo hepático, antiinflamatorio, antioxidante, colagogo/colerético, galactogogo.

Movimiento energético: Descendente suave.

Centro energéticos: Plexo solar, chakra ajna.

Elemento: Aire/Fuego

Astro regente: Júpiter/Marte

Cómo reconocer un cardo mariano

• Tallo robusto, estriado y cubierto de espinas. Crece hasta unos dos metros de altura, aunque se han visto cardos de casi tres metros.
• Hojas espinosas y dentadas de color verde intenso. Tienen una textura algo rugosa y manchas o venas blancas en la superficie.
• Flores muy vistosas y grandes de color violeta o morado. Se abren desde el centro hacia el exterior y están protegidas por espinas llamadas brácteas.
• Después de la floración produce frutos pequeños con forma de aquenio que están agarrados a una estructura plumosa, como un diente de león.

Principales compuestos activos y acciones farmacológicas

Silimarina (una mezcla de diversos flavanolignanos como silibina, silicristina y silidianina…).

• Este es el compuesto estrella del cardo mariano.
• Principalmente conocida por sus efectos hepatoprotectores, la silimarina ayuda a regenerar las células hepáticas dañadas y es muy útil en casos de intoxicación hepática por alcohol o medicamentos.
• Excelente para tratar una variedad de trastornos hepáticos como hepatitis, cirrosis, hígado graso y daño hepático inducido por toxinas.
• Acompaña muy bien procesos de quimioterapia.
• Tiene acción antioxidante, antiinflamatoria, hipolipemiante y antihipertensiva.
• Reduce los niveles de colesterol y protege el cuerpo de accidentes cardiovasculares.
• También se ha observado que regula los niveles de azúcar en sangre lo que resulta muy beneficioso para personas con diabetes tipo 2 o en riesgo de desarrollarla.
• Apoya el sistema inmunológico y ayuda al cuerpo a combatir infecciones de manera más efectiva.
• Algunos estudios in-vitro sugieren que la silibina puede tener efectos positivos en la inhibición del crecimiento tumoral en células cancerosas humanas de ovario y mama, pero falta más investigación al respecto.

Otros flavonoides (taxifolina, quercetina, dihidrokemferol, kemferol, apigenina…).

• Los flavonoides son compuestos sobre todo conocidos por sus propiedades antioxidantes, pues ayudan a proteger las células del cuerpo contra el daño causado por los radicales libres y estrés oxidativo.
• Contribuyen a la salud general del organismo ya que apoyan funciones cardiovasculares e inmunológicas.

Aceites grasos, triglicéridos y esteroles (ácido linoleico, ácido oleico, ácido palmítico, colesterol, campesterol…).

• Algunos de estos compuestos tienen actividad emoliente, lo que ayuda al hígado en estado de atrofia, es decir, cuando debido a un sobreesfuerzo el tejido hepático pierde elasticidad, se seca, se debilita y se marchita.

Medicina energética

Recuperar y fortalecer la voluntad de acción

El hígado se encarga de metabolizar, es decir, transformar nutrientes en energía que podamos aprovechar. Cuando un hígado está saludable y trabaja de manera óptima, lo primero que notamos es que tenemos energía disponible para la acción. Si por el contrario nuestro hígado está débil, nos vamos llenando de toxinas, nuestra sensación de vitalidad decrece y con el tiempo eso se convierte en falta de voluntad (a.k.a. to-do-nos-da-pe-re-za). Por eso, para la MTC un sistema hepático en desequilibrio debilita la capacidad que tenemos para pasar de las ideas a la acción. Esta es la clave de la medicina sutil del cardo mariano: al trabajar en el hígado y limpiar nuestra sangre, nos conecta con nuestra voluntad de hacer cosas porque disfrutamos de energía limpia que circula libremente para poner en marcha proyectos y ser resolutivos. 

Equilibrar la deficiencia de yin en el hígado

Cuando sobrecargamos el hígado debido a excesos de comida, alcohol, drogas, medicamentos, etc., generamos un estado de hiperactividad hepática. El hígado demanda más sangre para trabajar y se calienta en exceso. Todo esa acumulación de energía produce algo que la Medicina Tradicional China (MTC) llama «ascenso del fuego del hígado» y que se manifiesta como enrojecimiento del cutis, acné, migrañas, tensión en cuello y también estallidos emocionales intensos en forma de enojo, frustración e irritabilidad. La naturaleza yin del cardo mariano y su excelente acción hepatoprotectora ayudan a balancear todo ese exceso de calor (yang) en el hígado para que el organismo vuelva a su estado de equilibrio.

Claridad en las intenciones

En Medicina Tradicional China, la salud del hígado está estrechamente relacionada con el sentido de la vista. Nuestra ciencia ha comprobado que un hígado enfermo puede generar afectaciones visuales, sin embargo esto es algo que la MTC sabe hace miles de años. De ahí que la emoción asociada al hígado sea el enojo, una reacción que «nubla la visión». Cuando limpiamos nuestro hígado con cardo mariano no solo evitamos o aliviamos problemas en los ojos físicos, sino que despejamos su equivalente en nuestro cuerpo energético lo que nos proporciona claridad mental, decisiones firmes y acciones consecuentes, cualidades gobernadas por nuestro centro energético ajna, el centro del poder y la voluntad.

Cuándo acompañarnos con cardo mariano

• Queremos disfrutar de energía renovada.

• Sentimos que últimamente nos falta vitalidad, todo nos da pereza.
• No logramos transformar ideas en acciones, aunque ya sabemos exactamente lo que tenemos que hacer. 
• Queremos reconectar con nuestro niño interior.

• Hemos estado tomando medicamentos o pasamos una etapa de mucho alcohol, cigarrillo o azúcar y necesitamos hacer un detox puntual.

• Tenemos problemas digestivos en general.

Cardo mariano en el botiquín herbal

Si tienes molestias digestivas frecuentes (dispepsia): dos tazas diarias, media hora antes de las comidas, durante dos semanas o hasta un mes. Considera consultar con tu médico si la cosa no mejora.

Para estimular la actividad hepática: una taza en ayunas durante un mes.

Para prevenir el aumento de la glucosa en sangre: dos tazas diarias durante dos semanas o hasta un mes, siempre que no estés tomando medicamentos hipoglucemiantes. 

Como coadyuvante en quimioterapia, después de un trasplante de hígado o tras una lesión por intoxicación: consulta con un profesional que conozca los detalles de tu caso.

¡IMPORTANTE!

En fitoterapia no hay dosis exactas. Lo anterior son recomendaciones basadas en mi investigación y experiencia. Cuando consumas una planta medicinal hazlo con consciencia y permanece presente para que puedas saber qué efectos tiene en tu cuerpo. Tu criterio y tu observación son los parámetros más importantes en esta práctica.

Preparación y contraindicaciones

Preparación

Decocción ⟶ 1 cucharada de semillas por taza de agua.

Contraindicaciones

• Se recomienda no tomarla durante el embarazo o lactancia.
• Tampoco si padeces diabetes y estás en tratamiento con insulina.
• En altas dosis tiene un efecto laxante por el incremento de la secreción biliar.