Toda situación que nos traiga inquietud se procesa en el estómago, un órgano clave cuando se trata de recibir, no solo alimentos, sino situaciones, personas, y un largo etecé.

Las plantas, a diferencia de los medicamentos, son seres con consciencia e inteligencia, capaces de abordar desequilibrios energéticos antes de que se manifiesten en el cuerpo físico.